Laura Brinkmann | Cromatografías sobre lo efímero
50940
portfolio_page-template-default,single,single-portfolio_page,postid-50940,edgt-core-1.1.2,ajax_fade,page_not_loaded,,has_general_padding,vigor-ver-1.6.1, vertical_menu_with_scroll,smooth_scroll,transparent_content,wpb-js-composer js-comp-ver-4.7.4,vc_responsive

Cromatografías sobre lo efímero

 

La cromatografía es “un método físico de separación para la caracterización de mezclas complejas cuyo objetivo es separar los distintos componentes”, la cual tiene aplicación en todas las ramas de la ciencia. Laura utiliza las placas de vidrio que usan los científicos para descomponer los colores de los vegetales con disolvente que hace subir por la ley de capilaridad. Una vez manipulada para que salga todo el jugo y color del vegetal, es una gota destilada de la planta lo que deja su huella colorida, como deja la luz su huella colorida en la serie “Sombras Coloreadas”.


Esta descomposición de color, también aleatoria, es un proceso natural y alquímico que culmina en una obra única no esperada. Esas pequeñas piezas de coleccionista que Laura despliega cual entomólogo, con curiosidad científica y al mismo tiempo con la sensibilidad de quien pretende salvaguardar un perfume, nos hablan también de la huella de lo que es presente en el tiempo circular o kairos de la obra de arte.

La presencia del color, al igual que los motivos fotográficos que podemos ver en parte de su trabajo, desaparece con el tiempo. La muerte del ave, la grieta en el huevo, la pluma, la rama que construye el nido, los sedimentos del agua, la huella de la luz, tienen en común esa impermanencia de cualquier huella de la materia y que es cualidad física y esencial de la vida misma.

Texto : Elena Pedrosa